17 de septiembre de 2012

BikeTour 2012, Austria-Alemania. 2a Parte


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Al día siguiente inicie la jornada un largo descenso hasta el valle de Austria rumbo a Innsbruck, al pasar por Solden me alegre de no haber llegado la noche anterior, Solden es la ciudad alpina mas comercial que haya visto, hoteles, bares, restaurantes, casinos y demás que hacen pensar si realmente se quiere tener “contacto con la naturaleza” en esos lados. Mi rodilla empezó a reclamarme la friega del día anterior cuando hacia subidas pero segui adelante. Me detuve a hacer un ajuste importante, me estaba quedando sin frenos, me tomo mas de lo pensado y nuevamente me encontré a medio día con 45C y varias horas por delante, menos mal que ahora era todo planito y fui tranquilo. Asi pues llegue a Innsbruck, famosa ciudad austriaca donde el turismo se hace presente. Ahí conocí a Marion, una chava austriaca que hablaba perfecto “mejicano” al haber pasado varios meses de voluntaria en Chiapas (a sus 18 años!), fue bueno hablar la lengua madre por un par de horas mientras que afuera se desencadenaba una fuerte tormenta que me hacia recordar los temporales Rioverdenses.


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Aprendí que las vías de tren no consienten pendientes muy altas, así que seguir las carreteras que les estaban a flanco era una buena opción, siguiendo un par de direcciones sobre el camino me dirigí a Alemania, otro puerto tenia que pasar y mi rodilla empezaba a renegar pero seguimos. Después de un par de horas, y contrario a lo que pensaba, emprendía el descenso hasta pasar por la frontera a Alemania. Un simple cartel anunciaba mi meta principal, sin fronteras fui gustoso hasta Garmish-Parkiston, ciudad olímpica de los juegos de invierno del 1963 y donde tuve la fortuna de ser recibido por Pablo, un español que habia recorrido ya medio mundo en bicicleta, inmediatamente se convirtió en un héroe para mi, con una sencillez y humildad increíble, a pesar de su hazaña parecía mas interesado de saber de mi y México que en alardear sus travesía, de las cuales quería saber todo. Una noche tranquila en un bar y mucha platica cerraron el día.


IMG_7570Gracias a las recomendaciones de Pablo y a los “quejidos” de mi rodilla decidí no arriesgar una lesión y decidí cambiar mi ruta. El dia empezó un poco mas temprano y ligeramente fresco, tome el tren hasta el punto mas alto de la montaña (Seefeld) y después de esperar que pasara un temporal que bien “aplaco” el calor inicie un descenso por una carretera en la que aparentemente era prohibido para las bicis mas no veía otra opción y no veía la razón, después vi el por que; una escalofriante pendiente de 16%! Cuanto es eso? Suficiente para bajar mas rápido que los carros aun frenando todo el tiempo. Asi pues regresé a Innsbruck para preguntar como eran las  tarifas o trenes hacia Italia y por alguna razón que no entiendo muy bien, mientras preguntaba conseguí un aventón hasta Brennero, de regreso a Italia y pensar que ese dia había amanecido en Alemania.


Gocé de mas bajada, por una pista para bicis mejor cuidada que la carretera, curiosamente no me encontré un solo ciclista en un par de horas y realmente disfrute esa tranquilidad. Las nubes de lluvia empezaron rápidamente a cubrir el cielo y temiendo por no llegar a un camping opté por repetir lo de la primera noche. Decidido desmonte mi carga y me adentre en el pequeño bosque al bordo del camino encontrando un buen lugar para montar la tienda, era algo temprano y pase el resto de la tarde leyendo, feliz de aquella quietud. La noche fue mucho mas viva con los estruendos de una tormenta que había visto venir. La tormenta ceso y con el goteo restante dormí.


 

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El ultimo día de mi aventura fue como otros, fácil y tranquilo, con una larga bajada en donde poco a poco se veía el fin de aquellas espléndidas montañas y surgían de nuevos las ciudades, trafico y bullicio. Me dispuse a continuar hasta Bolzano donde podría tomar el tren a casa, el día fue largo pero admito que estaba cansado y con mas horas de sol de las que esperaba, el viaje asi como cada destino fue inolvidable, con muchas gratas sorpresas y momentos. Y mientras viajaba en tren con mi bici a flanco me preguntaba cuando seria la próxima vez que volvería a salir, a donde? Por cuanto?... el tiempo dirá, hasta entonces seguiré soñando.


Y me despido nuevamente con un merecido Video con una banda sonora que sonó un par de veces mientras andaba:





2 de septiembre de 2012

BikeTour 2012, Austria-Alemania. 1a Parte


Nuevamente los alpes serian anfitriones de la travesía del 2012, contando solo con una semana y recién inspirado en las montañas “Dolomiti” opté por la parte oriental de esta formidable cordillera.. A pesar de mi resentimiento (o luto?) a la bici que perdi, me pregunte si mi actual bici “de ciudad” estaría a la altura, después de todo a simple vista no había mucha diferencia y feliz de comprobar que esta podía hacer lo mismo que una tres veces mas cara. Puse mi meta en atravesar Austria y llegar hasta Alemania y ambiciosamente regresar. Al final fue distinto de cómo lo planee pero no por eso dejo de ser una gran aventura.


El Timmelsjoch:

Después de un abundante desayuno con una familia de Merano que me hospedaron por un dia, me desearon suerte y parti rumbo a las montañas, la primera hora fue fácil, en una pista entre los campos donde mi bici, por primera vez, conocería la  grava y tierra, a pesar de estar bien cargado parecía bastante todo Ok. El calorcito se hacia notar, era medio dia y apenas habia alcanzado la base de la montaña. Paso cerca de una hora y las cosas no pintaban muy bien, el calor era agobiante, sin viento y con una humedad altísima empecé a notar una fatiga increíble “OK,ok, estoy  algo fuera de condición, llevo mucha carga, es una bici distinta” me decía. Fue hasta que vi el termómetro de mi velocímetro que marcaba 45.5C!  entonces inteligentemente me decidí a buscar sombra. 

Descanse cerca de una hora, eran apenas las 2 y no había recorrido tanto, no podía esperar mas así que remonte, la batalla contra el Timmelsjoch apenas había empezado, yendo  hacia el norte tendría el sol en la espalda todo el dia, la temperatura no bajaría y el único viento que hacía era el que los motociclistas que pasaban como bólidos con un estruendo que no hacia mas placentero el viaje. Volví a  pararme una, dos, tres y mas veces más buscando sombra y refrescándome con agua y comiendo pan-nutella y “granola”. Fue entonces cerca de las 6pm que me di cuenta de lo mucho que faltaba cuando vi un cartel anunciando que el puerto cerraría a las 8pm. No sabía bien cuanto faltaba, había perdido la cuenta, una carrera contra el tiempo había iniciado. 





Ni los Apeninos, el Bernina o el Fluela se acercaban a esos últimos kilómetros, volteaba hacia arriba y podía ver claramente las “S” que no tenían fin, no podía mas “engañarme” diciéndome que la próxima curva seria la ultima. En una de esas, el conductor de un carro decencia, con una cara de aprobación asentía con la cabeza y hacia como si aplaudiera, devolví  el gesto con una sonrisa y con esa pequeña “porra” avance otro tanto, mas no por mucho. Los últimos 3 kms fueron un infierno. Pedaleaba 5 minutos y descansaba 5, andaba 4 y descansaba otros 5 y así… tome un una última carga calórica de miel-nutella-pan y recurri a mi último recurso,  algo que siempre hago cuando ando en la ciudad mas nunca en montaña: saque mi iPod seleccionando una mezcla de Rock, punk, metal y house para darme un poco de motivación y ritmo. Los siguientes dos kilómetros fueron arduos, tratando de concentrarme en la música para no hacer caso al dolor de rodilla, nalgas y maldiciendo de vez en cuando. Fue hasta que noté que empezaba a ver mas cielo que camino sinuoso, me encontraba cerca, lo sentía y a pocos metros estaba un letrero que anunciaba el túnel paso a 700 m, sabía que desde ahí seria casi plano y faltaría poco. La recta final, últimos 500m la pendiente disminuía . 300m , no tenía razón para incrementar la velocidad pero inconscientemente lo estaba haciendo, 200m  el corazón me explotaba, las piernas hervían. 100m… estoy cansado, agitado. 50m… Los dolores van desapareciendo y  sin querer, lagrimas me brotaban de los ojos mientras una alegría empezaba a surgir, 10m… Termine! Se acabo! El único testigo fue una pareja estacionada que  con una sonrisa y el pulgar arriba eran mi comité de meta. Con el mismo vuelo atravesé el túnel y un plano para por ultimo subir unos escasos metros hacia la cima, a 2509msnl había conquistado el Timmelsjoch. Después de 63kms, partiendo de 325m y mas de 6 horas efectivas sobre la bici… Nunca he corrido un maratón (o medio) ni un triatlón o carrera decente, pero en ese momento estaba seguro de saber que se siente terminar uno de ellos. Mis respetos a todos los que han realizado tal hazaña.


A pesar de lo recorrido, otros 20 kms tenia que hacer hasta Solden para llegar al primer camping, empezaba a oscurecer (de hecho pase la barrera minutos antes de las 8) mientras bajaba note una mini van en una curva y cerca de un arroyito, me acerque a preguntar si se sabia de un camping cerca a  3 franceses que al ver mi situación me invitaron a quedarme ahí ya que ellos también estaban acampando. Que mejor final! Un chef francés me cocino salchichas ahumadas, pan, queso y vino mientras que esa noche sin luna y lejos de la ciudad me permitió ver las estrellas como nunca en mis 3 años en Europa… la mejor medalla de todas.

Ese sería mi primer día y me aventura había apenas comenzado...